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De carnívoro a flexi-vegano: un viaje hacia la gastronomía sostenible
Como alguien que siempre ha disfrutado de asados y hamburguesas jugosas, nunca había considerado realmente explorar la comida vegana. La idea de renunciar a esos sabores y texturas tentadoras me parecía algo lejano.
Sin embargo, como suele suceder, la vida tiene formas sorprendentes de cambiar nuestras perspectivas. Soy Alexis Giraldo, ingeniero de alimentos y hago parte del equipo comercial de Poltec, hoy quiero compartir con ustedes cómo me enamoré de la comida vegana y cómo esta experiencia también me hizo ser más consciente del cuidado del medio ambiente.

Todo comenzó como un reto con mi esposa: Visitar un restaurante nuevo cada mes
En esta ocasión, nos aventuramos a probar un restaurante vegano local, a pesar de mis dudas iniciales, decidí darle una oportunidad y lo que experimenté resultó ser fascinante.
Navegando por el menú, me sorprendió la variedad de opciones disponibles, habían platos familiares como alitas, nuggets e incluso albóndigas; la creatividad en la presentación y combinación de ingredientes me cautivó, y la verdad es que sentí el impulso de probar todo lo que ofrecían.
Decidí probar los “nuggets de pollo” que en realidad son una versión vegana de los tradicionales; me resultó curioso como estos nombres atraen a comensales de todos los gustos, y cómo desmitifican la idea de que la comida vegana es limitada o carente de sabor.
Esto resalta la increíble versatilidad de los ingredientes veganos, aunque hay quienes argumentan que dar nombres similares a estos platos puede ser engañoso o dar la impresión de que los productos vegetales solo imitan a los alimentos no veganos, en mi caso, me hizo sentir más cómodo sin extrañar ciertos sabores y texturas.

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El primer bocado fue sensacional
La combinación de sabores y texturas fue asombrosa, la salsa de BBQ casera se fusionaba perfectamente con la textura jugosa de la coliflor en tempura; mientras disfrutaba de cada bocado, reflexionaba sobre cómo la comida vegana podría en realidad encajar en mi dieta.
Una de las revelaciones más significativas fue cómo los veganos juegan con especias, hierbas, frutas, verduras, legumbres y cereales para crear perfiles únicos.
Los platos veganos se convirtieron en un mundo de descubrimiento para mí; además, mi cuerpo pareció responder positivamente a esta nueva forma de comer, sintiéndome más ligero y saludable en general.
Esta experiencia me impulsó a investigar más sobre la dieta vegana
Quedé conmovido por la conciencia ambiental que la rodea, descubrí que la producción de carne tiene un impacto significativo en la deforestación, el uso excesivo de agua y la emisión de gases de efecto invernadero.
Empecé a entender cómo mis elecciones alimentarias afectaban al planeta y a las futuras generaciones; esto le dio un propósito más profundo a mi experiencia y me motivó a explorar aún más el mundo vegano.
Hoy, mi enfoque en la comida ha cambiado completamente, aunque no me considero vegano en su totalidad, he incorporado muchas opciones en mi dieta regular, lo que se podría considerar como un flexi-vegano.
Mi respeto por la comida y la cultura vegana ha crecido enormemente, puedo afirmar con certeza que me he enamorado de esta forma de comer.

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En resumen, mi historia es un viaje de transformación tanto personal como medioambiental, lo que comenzó con una comida vegana en un restaurante local, se ha convertido en un apasionante viaje de descubrimiento en la innovación de texturas en la industria alimentaria.
He aprendido que nuestras elecciones diarias pueden tener un impacto significativo en el mundo que nos rodea, y estoy emocionado por seguir explorando todas las posibilidades que ofrece esta nueva perspectiva.