El deseo de los papás es que sus hijos desarrollen de la mejor manera sus capacidades de aprendizaje, comunicación, socialización, entre otras, también evitar la aparición de algunas enfermedades en ellos, por eso, la alimentación tiene un papel tan importante en la niñez puesto que ayuda a un buen funcionamiento del organismo aportando al crecimiento de los niños y disminuyendo las enfermedades futuras que puedan presentarse.
Actualmente, la obesidad infantil es una problemática de salud que preocupa al mundo, la cual manifiesta sus consecuencias cuando los niños llegan a la adultez con enfermedades como diabetes, presión arterial alta o colesterol alto.
Muchas de estas enfermedades se atribuyen a los malos hábitos alimenticios por la falta de regulación en el consumo de productos azucarados y procesados. Generalmente, los padres incluyen en las dietas de sus niños, cereales con alto contenido de azúcar para su desayuno, yogures, galletas o algunos snacks fritos e igualmente por facilidad y ahorro de tiempo influencian en ellos el consumo de bebidas azucaradas.
Es importante resaltar que el consumo de carbohidratos en las dietas de los niños es de vital importancia para su crecimiento y desarrollo, debido a que estos son los que se encargan de proporcionarles energía, ayudar al correcto funcionamiento del organismo y a la digestión, aunque su consumo debe ser moderado sin excederse, lo que debe prevalecer es evitar productos con azúcares añadidos.
¿Cómo cuidar la salud de los niños sin eliminar sus productos favoritos?
La mezcla de frutas trituradas más una solución baja en azúcar sometida a tratamientos térmicos generan el ejemplo ideal, la compota, puesto que los niños experimentan texturas blandas, cremosas, suaves, viscosas, entre otras y disfrutan del sabor y los beneficios de las frutas naturales al consumirlas, convirtiéndose en su alimento complementario preferido.
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